viernes, 5 de octubre de 2012

Licuar, solo licuar

Será que la ira me inspira.
El enojo me da arte.
¿Qué les pasa?
¿Qué me pasa?
Me siento cansada.
Me siento agotada.
Siento, que estoy en un vaso de agua, muriendo.
Ahogándome.
Y muriendo.
Y siento que se va mi vibra positiva.
Ellos me descargan.
El, me descarga.
Los colectiveros me descargan.
La gente invasiva me descarga.
Todo y todo me descarga.
Quiero cargarme de sol y jungla selvática.
Quiero oler flores y oler mañanas con futuro y pensamientos a pensar.
Hoy, fue un lindo día.
Pero mi mente, me pide a gritos que quiere dormir.
No entiendo.
No me explico.
Octubre, que te pasa? Estas canchero?
Se acerca diciembre, y mis brazos se tumban y abrazan a la cama con más amor que antes.
Pienso en tu daño y lloro.
Pienso en todo lo que perdí y sufro.
Mi corazón es sensible.
Tan sensible que se esta recomponiendo.
Pero esta enojado, y no quiere volver a quererlo.
Esta enojado y no sabe a donde mirar.
Al oeste.
Al este.
Al norte.
O al sur.
Donde hay ballenas blancas y lindas.
Chocolates y frutos rojos.
Donde hay montañas y tierra y pasto seco.
Donde hay palomas y palomar bueno y sano.
Yo, siento que soy una paloma sin rumbo.
No sé a donde migrar.
No sé que hacer.
A donde mirar.
A donde mirar.
Y hago cual lechuza posando en un árbol.
Giro mi cabeza en 180°
Giro mi cabeza, y la pongo en la licuadora.
Licuar ideas.
Licuar cabeza.
Licuar belleza.
Licuar cerveza.
Licuar conciencia.
Licuar coherencia.
Licuar experiencia.
Licuar tolerancia.
Licuar celos.
Licuar egos.
Licuar lelos.
Licuar y licuar hasta transformar.

Adiós.

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