Cielo.

Hay tantas estrellas, tantas.
Sobretodo en el campo.
Quiero contarlas a todas...pero no puedo.
Me pierdo y pierdo la cuenta y tengo que volver a empezar.
1..
2..
3..
Y así, infinitamente.
Cuento y cuento y la noche pasa,
y sale el sol y después tengo que esperar la noche fría y tenebrosa para volver a contarlas.
Siempre empiezo por la que más brilla, pero nunca me olvido de la más oscura.
Y así, todas las noches.
Frío, calor, lluvia, nubes, rocío, neblina y por ultimo, el cruel viento.
Me despeina y no me deja abrir los ojos con precisión.
Estrellas, satélites y polvo astromágico, esfumado en el espacio.
Cometas, entre otras maravillas espaciales.

Cielo.
Es ese lugar inmenso.
Ver el amanecer, hace bien.
Te hace bien.
Nos hace bien.


Adiós.

Inconscientemente

Soñé, que nunca más soñaba.
Que todo se volvía gris y abstracto.
Que me caía en un pozo y no tenia de donde agarrarme.
Soñé, con el universo infinito y con los satélites.
Había polvo de estrellas y destellos por doquier.
Soñé, con un plato de sopa caliente, servido con amor, crutones y un timbal de alegría.
Había una mesa larga, porcelana china y servilletas de seda.
Ahora me toca soñar con un viaje, caminatas, paisajes y el calor de los abrazos.
Olores y sabores, que me van a encontrar.
Buenos viajes.

Adiós.

Salteado

Veo eso y pienso.
¿Qué pasó por tu cabeza?.
Veo y creo.
Y creo que fue mejor, mucho mejor.
Aunque a veces no lo pienso así.
Me da pereza pensarte y escribir.
También, irme a dormir.
Y cocinar para mi sola.
Me da pereza vestirme y buscar.
Obedecer y activar.
Levitar y aterrizar.
Cuesta.
.
.
.

OOOoooOOOooOOO

Mientras suena esa canción y miro esas fotos, pienso.
Pienso en el tiempo, de que corre muy rápido y nos transforma.
Pienso en los minutos, de que se consumen como papel en el fuego.
Pienso en mis versos baratos.
Y en tu mirada fría.
No me imagino como estará tu mente.
No me imagino tu voz.
No me imagino tu olor.
No me imagino nada.
Solo, veo como todo pasa y todo se consume lenta y fogosamente.
Se va, el tiempo se va.
Las esperanzas, también.
Van de la mano.
A pesar de saber que todo lo que tengo adentro es de verdad, me siento vulnerable.
Y encima, nada. Dudas.
Miro y observo.
Van y vienen.
Miran, se detienen y me asustan.
Me asustan, pero no dejan de sorprenderme.


Adiós.

Uno de obsesión

Me obsesionan

mis dientes

mis manos.

mis pies.

y esos hombros.

Me obsesiona

mi andar.

mi nariz.

mi espalda.

y esas caderas.

Me obsesiona.

tu respuesta.

tu momento.

tu estar.

tus manos.

y ese mirar.

Me obsesiona.

el andar.

el después.

el momento.

ese momento.

el pensar.

los recuerdos.

las dudas y las calumnias.

Me obsesiona tu mentira.

Me obsesiona tu ingratitud.

tu juego macabro, del cual soy parte.

¿Qué hago acá?

¿Cómo salgo de este tablero?

El juego, me absorbió.

Y heme aquí, escribiendo sobre esto.

Necesitaba, sacarlo.

exponerlo.

mostrarlo.

Ya está.

                                             

Adiós. 

↓↑

Todo los días pienso en eso.

Eso que me acompleja.

Eso que no significa nada.

Algo abstracto.

Algo.

Algo es algo.

Algo que no tiene nombre, algo.

Entonces pienso en eso y mi cabeza divaga.

Se va.

Vuela.

Imagina

¿Porqué estamos acá?

¿Cuál es vuestra misión?

¿Voy bien por este carril?

¿Doblo?

¿Cruzo?

¿Salto?

¿Qué?

¿Qué tengo que hacer?

¿Voy bien?

La respuesta es siempre la misma.

No hay respuesta.

Viví y dejá de preguntar.

Adiós. 

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El hombre es malo por naturaleza.
Hobbes tenía razón.

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El hoy, el ahora.
En Octubre.
Es blanco.
Neutro e insulso.
Octubre sabe así.
Sin sabor.
Igual se puede sonreír.
Reír y pellizcar.
Hoy todo fue como un balde de agua fría.
Que me hizo bien y me refrescó y me hizo pensar y reflexionar.
Gracias a la vida.


Adiós.